Este es mi primer post del año, si, en Marzo, pero no sabía muy bien de que escribir la verdad.
Pretendía que fuese un balance del año que acabo o de mis perspectivas para este año que ya a empezado; pero todo esto me parecía típico y mas bien superficial y con poco interés para el lector.
Así que, después de tanto reflexionar, decidí escribir este post para que el lector piense sobre si mismo o piense sobre lo que sucede a su alrededor.
Hace poco, encontré por casualidad una serie de datos e informaciones que podían rebatir por la cantidad de argumentos y datos históricos leyes y una serie de “verdades” traídas de otros lugares y aceptadas como buenas por nuestra sociedad (en la que vivo), (no quiero entrar en tema, ya que este post se alargaría demasiado), como es lógico, contento, envío esta información a una serie de contactos para que lo lean y reflexionen acerca del tema, debatan y den su opinión bien argumentada para desmentir o enriquecer la información que facilité. Mi sorpresa es mayúscula al comprobar que mas que despertar la curiosidad lo que desperté fue rechazo y negatividad casi unánime.
¿Qué quiero decir con esto?. Pocas cosas en la vida son verdades absolutas, incluso las matemáticas a veces se muestran imperfectas, es trabajo del ser humano seguir investigando, perfeccionando, desmintiendo o corrigiendo las teorías de otros.
Entonces, la reacción negativa a leer otros puntos de vista ¿a que se debe?, ¿Soy un traidor o una mala persona por querer saber más acerca de un tema en el que no estoy del todo de acuerdo?, ¿Hago mal en compartir mis descubrimientos?, simplemente no lo entiendo.
Personas que se cierran en banda a sus creencias religiosas reaccionan casi de la misma manera. No aceptan variaciones, no tienen una visión periférica de la vida, no ven más allá de sus narices (coloquialmente hablando).
Imaginemos por un momento que estamos en una pequeña plaza, bien iluminada y rodeada de inmensas pantallas que nos bombardean con todo lo que debemos saber. Son tan grandes y están tan juntos que difícilmente podemos ver más allá de ellos, pero el ser humano es curioso y quiere saber más, abriéndose camino con dificultad para acceder a lo que hay detrás, un simple libro, lleno eso si de datos que pueden parecer mentiras. Nuestro trabajo es el de aceptar dicha información cogerla, llevarla a la luz y nosotros mismos poner en duda esas verdades que nos están vendiendo en esas fantásticas pantallas luminosas y sustituir las que no sean capaces de rebatir al simple libro.
Esto tenemos que lograr hacerlo en todos los aspectos complejos de nuestra vida, no tenemos que creernos todo lo que nos dicen, hay que tomarlo con cuidado y analizarlo y si al final no se sustenta, desecharlo y defender la verdad que estaba tratando de ocultar.
La historia la escribe el vencedor de la batalla, hay que leer también la versión del perdedor que suele ser difícil de encontrar, por eso se tiende a dar por buena la versión del ganador.
En definitiva, tenemos que abrir nuestra mente a todo y sin distinción, no todo lo que nos han enseñado en la escuela son verdades absolutas, la política y sus intereses pueden influir negativamente en nuestra forma de pensar. No nos dejemos adoctrinar, usemos la lógica y debatamos los temas, no nos quedemos impasibles. Reflexionemos.
