jueves, 22 de octubre de 2009

Hola soy el Dr. Frankenstein y te cambiare tu personalidad


Hipocresia Chic, originalmente cargada por Reediletante.

Una de las tareas que tiene el diseñador gráfico es el de crear imagenes corporativas, tenemos la responsabilidad de darle "cara" a una empresa para que esta pueda ser identificada, ser única y ser recordada por el consumidor. Esto incluye todo, desde la papeleria más básica, hasta el diseño del edificio, el packaging de los productos o los uniformes del personal. Todo esto conforma una identidad visual corporativa que se recoge en un manual de normas, el cual nos ayuda a aplicar o desarollar nuevas aplicaciones de marca siguiendo las normas establecidas, si no fuese asi, tendriamos empresas completamente descoordinadas visualmente dando la impresión de debilidad y descoordinacion, vamos que una empresa asi despide mala calidad por todos lados por muy buen producto que tenga.

A todo esto y aclarada la parte material de este tema, nos queda una parte más delicada pero importante que muchos diseñadores no tienen en cuenta o no le dan tanta importancia como se le deberia dar. Me refiero al personal humano, al que se encarga de dar la cara y el que en definitiva hace la empresa. Yves Zimmermann y Otl Aicher son de los pocos diseñadores que han planteado este tema, la relación entre el diseño de la identidad visual y el caracter del empleado que aplica dicha identidad.

La identidad corporativa respira filosofía de empresa, es la que se encarga de transmitir sus valores y mostrar su nivel de calidad frente a la competencia. EL empleado es el representante de esta carga de valores y es el encargado de transmitirlos al consumidor final. Entonces, la empresa está en la obligación de iniciar al empleado en esos valores y hacerle particípe de ellos, la manera de comportarse, la manera de hablar o el trato personal, todo tiene que quedar definido.

¿¿¿Y que tiene que ver el diseñador en toda esta moralidad y mezcla de valores empresariales???. Al crear una identidad corporativa, el diseñador debe conocer hasta el fondo los entresijos de la empresa, entonces, ¿Quién mejor que él para detectar las carencias de cara al público?, es el ideal para proponer, cambiar y reglamentar el Comportamiento Corporativo del Personal. ¿Es lícito reglamentar el caracter de las personas? ¿Es moral?. Hasta cierto punto, cuando se trata de reglas de comportamiento, la flexibilidad es importante, si las normas se caracterzan por la rigidez, se corre el riesgo de caer en la militarización de la empresa, esto puede funcionar en un principio, pero el ser humano no se caractreriza por aguantar mucho en un regimen estricto y rígido como en una dictadura. Hay que encontrar el equilibrio, dejar que la empresa forme parte de caracter de la persona, de esta manera se enriquece y se diversifica, claro que todo dentro de los límites marcados por sus valores.

La personalidad de cada persona es fundamental para el desarrollo de una imagen corporativa, si el caracter difiere radicalmente y no cuadra con las normas establecidas, entonces es preferible prescindir de esa persona para no correr el riesgo de que dañe la imagen empresarial que tanto ha costado forjarse.

Ahora, cuando vayamos a una gran empresa, con personal de cara al público, analicemos si su caracter corresponde al caracter de la empresa y si ese caracter afecta o no. Si miramos con estos otros más críticos, nos llevaremos verdaderas sorpresas.

0 comentarios:

Publicar un comentario